“A otro perro con ese hueso” usamos “A otro perro con ese hueso” como una
respuesta a quien quiere engañar a una persona o manipular una situación en su
favor a partir de argumentos falsos. Suele utilizarse con frecuencia cuando la
persona que lo invoca está cansada de las constantes mentiras y engaños de
alguien, y decide ponerle límites a la situación.
La variante latinoamericana que
reza: “A otro perro con ese hueso que este ya está roído” refuerza este sentido
de cansancio ante la conducta incorregible del mentiroso. De esa manera, la sabiduría popular
simboliza el rechazo a las ofertas engañosas así como a los abusos de poder
sobre la base de promesas vacías.
El perro es aquí símbolo de
fidelidad e ingenuidad a la vez. El perro espera siempre a su amo y recibe con
buena disposición todo lo que este le da, incluso las sobras. Pero también
ellos descubren su límite cuando son expuestos habitualmente al engaño.
Si el perro es símbolo de
fidelidad e ingenuidad, por medio de este dicho la persona da a entender que no
está dispuesta a pasar por inocente y a ser timada por el mentiroso. Su buena
voluntad no será esta vez usada para convertirse en víctima.
Existen otras variantes del
refrán, las cuales rezan de la siguiente manera: “A otro burro con esa albarda”
y “A otra puerta, que esta no se abre”.
En todos estos casos, la persona
manifiesta estar cerrada a recibir lo que percibe como una mentira, un engaño o
un intento de manipulación.
Andrés Bustamante
Lic. en Lenguas Modernas - Spanish World Institute -
Cartagena
http://cartagena.spanishworldinstitute.com/
info@spanishworldinstitute.com
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