En
pleno siglo XXI, mientras las tecnologías avanzan rápidamente y
las comunicaciones son cada vez más inmediatas y más globales, la necesidad de
convertirnos en ciudadanos del mundo es apremiante. Para conseguir este objetivo es necesario no
sólo estar al día con los cambios que se están viviendo, sino también conocer
nuevas lenguas y culturas. Ahí es donde
entra el interrogante de por qué estudiar español.
Existen
21 naciones en el mundo que reconocen al Español como lengua oficial, la
mayoría de estos ubicados en Latino américa; pero la población hispanohablante
no se limita a estos países sino que influencia la cultura y sociedad de los
Estados Unidos, donde es el segundo idioma más hablado y donde las
instituciones públicas han adoptado el bilingüísmo como norma (que se ve
reflejada en sitios web y establecimientos).
El español es la segunda lengua materna más hablada y el segundo idioma
usado en comunicación internacional.
Además,
un gran porcentaje de las naciones hispanohablantes, son además destinos
turísticos de gran auge; reconocidos por sus paisajes exóticos, buena mesa y
habitantes amables y de trato cálido y un claro ejemplo de esto es Colombia.
Los
acentos y dialectos son múltiples, desde la lengua madre que se habla en
España, a las distintas jergas e idiosincrasias latinoamericanas y todos los
fenómenos lingüísticos que suceden entre ellos.
El español de España es considerado el idioma tradicional y fundacional,
conocido por su ceceo y el uso del
pronombre vosotros, que en otras
áreas es considerado anticuado. A
diferencia del español de Latinoamérica, no es muy dado a los eufemismos y es
en general bastante directo y coloquial.
Se diferencia también en ciertos sonidos guturales que no existen en el
español de otras regiones.
El español latinoamericano es fraccionado y múltiple; en
México se ve altamente influenciado por las comunidades indígenas derivadas de
los Mayas y Aztecas. En Colombia varía del español caribeño (influenciado por
la cultura afro-descendiente, con un acento musicalizado y el conocido golpeo) hasta el más formal del centro
del país, que es producto de la mezcla de dialectos indígenas de la región de
los Andes y el castellano establecido durante la colonia. Hasta llegar a Argentina con el pronombre vos (que reemplaza al tu o usted)
y el yeísmo rehilado, que es cuando
la y suena como sh (suyo como susho). Sin ignorar todas las variantes que se dan
dentro de cada país para resultar en una vorágine de acentos, dialectos y
jergas que conforman un colorido cuadro cultural.
Hay
un español para cada gusto, ¿Cuál es tu favorito? ¿Cuál crees que es el más
apropiado a la hora de hacer negocios? ¿Te gustaría aprender a hablar español?