Tiene su origen en España, hace
referencia a la precaución o cautela de todo aquello que se presenta o
demuestra ser tranquilo, pacífico o sereno. Este refrán refleja que un río
puede aparentar ser calmo pero detrás de ello se puede esconder grandes
remolinos y corrientes violentas, a lo que llevado al mundo de la convivencia
social indica que una persona se puede mostrar tranquila, serena, calma pero
detrás de esa personalidad y en el momento de presentarse una situación
incómoda o problemática, su enojo puede mostrar un carácter fuerte, irritable,
arrogante.
El ser humano cuando comparte con
un individuo que ya tiene conocimiento de su carácter fuerte tiene prudencia en
su forma de actuar, lo que le permite llevar la relación profesional, personal,
de amistad o de cualquier otro género que ambos poseen. Por lo tanto, cuando
una persona es tranquila y esconde la otra parte de su genio, es donde el
individuo le pide a Dios para liberarlo de esa persona, o como dice el refrán
de esas aguas mansas ya que como la gran mayoría de la población las define terminan
siendo más terribles que aquellos individuos que se muestran más revoltosos.
Este refrán hace referencia que
toda persona callada, o serena se le debe de tener cuidado ya que suelen ser
más efusivas, vengativas, y rencorosas que cualquier otro individuo. Por lo que
este refrán, recuerda al individuo el cuidado y la precaución que debe de tener
ante las personas que aparentan ser calmas, sin saber que se puede esperar de
ellas, ya que el hombre al estar en aguas turbias sabe que tiene que cuidarse y
estudiar cada acción que haga y gesto que reciba.
Este refrán alude también al
individuo que se viste de cordero pero que puede convertirse en lobo, es decir,
aquel individuo que se presenta como bueno en sus acciones, educado, pero que
en realidad sus sentimientos son lo opuesto.
Sin embargo, a pesar de la
popularidad y de ser usado por los ciudadanos, el mismo presenta algunas
sus variantes como: “Del agua mansa
líbreme Dios, que de las brava me libro yo”, “Del río manso me guarde Dios, que del fuerte yo me guardaré”, “Del agua mansa me libre Dios, que de las
brava me libro yo”, “Del toro manso
me libre Dios, que del bravo me libro yo”.
En inglés, puede traducirse la
expresión “líbrame de las aguas mansas que de las bravas me libro yo” en “God protect me from wolves in sheep's
clothing”.
Andrés Bustamante