HISTORIA Y LEYENDA DEL CALLEJÓN DE LOS
ESTRIBOS, CENTRO HISTÓRICO, CARTAGENA, COLOMBIA.
Esto
sucedió poco tiempo después de terminar la edificación de la iglesia de Santo
Domingo en 1559, los padres dominicos se dieron cuenta de que los cimientos de
la construcción religiosa no eran del todo sólidos, y tanto la iglesia como la
calle de Nuestra Señora de la Luz corrían el riesgo de hundirse.
Los
padres, asesorados por ingenieros, decidieron construir unos pilares para
compensar la debilidad de los cimientos. Estos estribos fueron levantados en un
costado de la iglesia de Santo Domingo, sobre la calle de Nuestra Señora de la
Luz.
Los
contrafuertes y estribos además de continuar cumpliendo su propósito,
constituyen una interesante ornamentación de esta corta calle que va desde la
plaza de Santo Domingo hasta la puerta del mismo nombre en la muralla. Sin
embargo, detrás de la historia
oficial,
existe una leyenda muy reconocida por los cartageneros. Una historia mágica
inventada por la gente de la época en que la iglesia había sido construida.
Se
trata de un demonio que intentaba destruir la iglesia, pero los monjes
dominicos con sus oraciones y fe en Dios evitaron que la iglesia cayera
completamente destruida. Después de la batalla entre los monjes dominicos y el
demonio, la iglesia quedó completamente debilitada, al punto de necesitar
refuerzos para sostenerla. Por ello, decía la gente, se construyeron los
estribos y pilares. A pesar de que los monjes de la época aclararon de qué se
trataba la falla estructural de la iglesia, la gente prefirió creer y expandir
la leyenda.
En
la actualidad, se puede disfrutar de un café colombiano o degustar de un plato
nacional o internacional en la plaza Santo Domingo, mientras se mira el
callejón de los estribos y se escucha su historia.